¿Cómo reconocer las alergias?

¿Cómo reconocer las alergias?

Sabemos que en nuestro país, 2 de cada 5 personas sufren de algún tipo de alergia.

¿Cuál es el impacto de las enfermedades alérgicas?

Las enfermedades alérgicas constituyen una enfermedad global, en incremento en las últimas décadas favorecido por condiciones ambientales y de estilos de vida occidental, y que afecta a todas las edades y a nivel de múltiples sistemas en el cuerpo.

La tendencia a tener alergias es hereditaria. Uno puede tener algún tipo de alergia desde el nacimiento o volverse alérgico en el tiempo. Si uno de los padres es alérgico, la probabilidad que el niño padezca de alergia es 50%; si ambos padres son alérgicos, esta probabilidad aumenta a 70%.

Las enfermedades alérgicas son procesos crónicos que producen muchas molestias; alteran el sueño, la concentración y el desempeño en las actividades ocasionando un impacto muy alto en la calidad de vida. La severidad es variable, limitando las expectativas en muchos aspectos de la vida, pudiendo generar incapacidad permanente o la muerte en casos más severos.

Es causa significativa de ausentismo laboral en adultos y ausentismo al colegio en niños.

¿Qué es una alergia?

Desde que nacemos, estamos expuestos a microbios y sustancias del medio ambiente que flotan en el aire y se respiran como los ácaros de polvo de casa, el epitelio de mascotas, el polen de las plantas y algunos hongos ambientales; y a moléculas extrañas como bacterias buenas, alimentos y medicamentos o sustancias que se tocan.

Nuestro sistema de defensa entra en contacto con estas sustancias por contacto directo por la piel o mucosas (vías respiratoria y gastrointestinal). Cuando entramos en contacto con estas sustancias, entonces aprendemos a tolerarlos, sin generar una respuesta de ataque.

Las enfermedades alérgicas se desarrollarán si nuestro sistema de defensa se equivoca y pierde esta capacidad de tolerancia. Entonces, nuestro cuerpo liberará ciertos químicos como la histamina que son responsables de los síntomas alérgicos específicos. En este contexto, a estas sustancias extrañas se les denomina alérgenos.

La alergia es una reacción anormal exagerada del cuerpo frente a una sustancia extraña, normalmente inocua habitualmente toleradas por la mayoría de personas. Se da en personas susceptibles después de ser sensibilizados por un alérgeno. Es sintomática y reproducible, al contactar de nuevo con él.

¿Se puede recuperar la capacidad de tolerancia de nuestro sistema de defensa frente a estos alérgenos?

Sí, mediante un tratamiento llamado inmunoterapia, uno de los pilares en el manejo de las alergias. Su eficacia está bien establecida en las alergias a los venenos de insectos (abejas y avispas), la rinitis alérgica y el asma bronquial.

¿Se puede prevenir esta pérdida de tolerancia de nuestro sistema de defensa frente a estos alérgenos?

No existen recomendaciones respecto a ello, pero es importante adoptar conductas de vida saludables que refuercen nuestro sistema de defensa como: Comer sanamente, hacer ejercicio, reducir el estrés, no fumar ni tomar alcohol y buena higiene personal y ambiental.

¿Cuáles son los síntomas de alergia?

La alergia puede afectar a múltiples sistemas del cuerpo. Los sistemas más frecuentemente afectos  son los respiratorios, gastrointestinales y de piel.

Síntomas respiratorios:

  • Estornudos
  • Picazón, bloqueo o secreción nasal
  • Picazón en garganta, oído o boca
  • Despertar durante la noche
  • Tos persistente
  • Dificultad para respirar
  • Dolor de pecho
  • Silbido de pecho

Síntomas oculares

  • Lagrimeo y picazón ocular
  • Congestión y enrojecimiento ocular
  • Síntomas de piel:
  • Erupciones en la piel, ronchas
  • Sequedad de la piel
  • Enrojecimiento de la piel
  • Picor intenso en la piel
  • Irritación de piel por rascado
  • Párpados hinchados, labios hinchados
  • Palidez


Síntomas gastrointestinales:

  • Sensación de picazón u hormigueo en labios, lengua, boca, faringe
  • Sensación de opresión en la faringe
  • Úlceras orales
  • Dificultad para la deglución
  • Náuseas y vómitos
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • Dolor abdominal y diarrea (frecuentemente con sangre)
  • Distensión abdominal y flatulencia
  • Cólico
  • Estreñimiento
  • Enrojecimiento alrededor del ano
  • Deshidratación y shock
  • Labios hinchados, lengua hinchada, paladar hinchado
  • Escaso apetito, rechazo a la alimentación
  • Pobre crecimiento y desarrollo
  • Pérdida de peso
  • Anemia

La reacción alérgica también puede afectar los sistemas cardiovascular y neurológico pudiéndose presentar mareos, debilidad, desmayo (colapso), pérdida del tono muscular, pérdida de conciencia, palidez, reducción de la presión arterial, pulso débil o ansiedad. Éstas se manifiestan en anafilaxia, es decir, cuando la reacción alérgica es severa, amenazante de la vida, pudiendo llevar a la muerte. 

¿Cómo saber si mi hijo es alérgico o no?

En la mayor parte de los casos, la historia clínica y un buen examen físico serán suficientes. Sin embargo, existen pruebas de sangre y pruebas cutáneas que pueden apoyar el diagnóstico, determinar los tipos de alérgenos que causan los síntomas y dirigir el tratamiento.

¿Cuáles son los alérgenos?

  • Alérgenos inhalados o aeroalergenos:
    • Polvo doméstico: Mezcla de epitelios de animales, moho, ácaros y bacterias. Los ácaros viven en ambientes muy húmedos en muebles, colchones y alfombras. Los hongos viven en lugares cerrados y al aire libre de manera perenne o estacional.
    • Árboles y hierbas, polen
  • Alérgenos alimentarios: Leche de vaca, huevo, pescado y mariscos, nueces y maní, trigo y soya son los alérgenos alimentarios más frecuentes.
  • Fármacos (Antibióticos, antiinflamatorios, anestésicos)
  • Insectos
  • Ocupacionales: Exposición a látex, harina, levadura, ganado, inhalantes químicos, cosméticos, metales pesados, detergentes y muchos otros en ambientes de trabajo.

¿Cómo se tratan las alergias?

La historia clínica, examen físico y las pruebas de apoyo ayudarán a su médico a desarrollar un programa individualizado de tratamiento. El tratamiento de la causa es lo único que puede modificar la historia natural de esta enfermedad, disminuyendo la intensidad de síntomas, reduciendo la necesidad de medicación y mejorando la calidad de vida del paciente. Existen 4 pilares en el manejo de las alergias:

1. Medidas de control ambiental:

  • Evitar los alérgenos: Algunas veces es la mejor medida de control. Dependiendo del tipo de alergia, puede ser necesario:
    • Controlar el polvo doméstico en casa
    • Evitar cortar el césped o rastrillar las hojas
    • Minimizar la exposición a ciertos animales
    • Evitar los alimentos, los medicamentos y sustancias de contacto que causen alergia

2. Tratamiento farmacológico

  • La prescripción de fármacos efectivos puede reducir sus síntomas de alergia con pocos efectos colaterales. Se indicará en función de la edad, severidad y tipo de manifestaciones clínicas. Siempre consulte con el médico tratante antes de iniciar medicación en su hijo. 
    • Los antihistamínicos proveen el alivio rápido de síntomas de alergia por bloqueo de los efectos de la histamina, uno de los químicos que el cuerpo libera en una reacción alérgica.
    • Los corticoides y otros antiinflamatorios como los antagonistas de receptores de leucotrienos reducen la inflamación asociado a las alergias.

3. Tratamiento con vacunas (Inmunoterapia)

  • La inmunoterapia puede reducir la sensibilidad al polen, polvo, hongos, caspa de animales e insectos. Permite al paciente crear tolerancia a una variedad de alérgenos.  Está indicado ante falla de tratamiento estándar.

4. Educación del paciente alérgico y sus familiares

  • Constituyen herramientas muy útiles para el cumplimiento del tratamiento en estos pacientes.
    • Mejoran la calidad de vida, disminuye las visitas a consulta ambulatoria y emergencias y reducen la admisión hospitalaria.

Si su hijo tiene cualquiera de los síntomas enumerados, ante la exposición de sustancias inofensivas, consulte con el médico especialista antes de iniciar alguna medicación sintomática para confirmación diagnóstica oportuna y manejo individualizado. Recuerde que un niño con alergias controladas es un niño feliz.

Dr. César Galván Calle – Alergólogo e Inmunólogo Clínico